lunes, 25 de septiembre de 2017

"LA OVEJA QUE INCUBÓ UN HUEVO", UN LIBRO SOBRE LA IMPORTANCIA DE QUERERNOS TAL Y COMO SOMOS

Hola:

Hoy os traigo un libro que me tiene conquistada. Se titula "La oveja que incubó un huevo".

Este cuento está escrito e ilustrado por Gemma Merino, una autora muy famosa, creadora también de los dos éxitos "El cocodrilo al que no le gustaba el agua" y "La vaca que se subió a un árbol".

Aunque estos dos libros pusieron el listón muy alto, ya os digo que este no se queda atrás, ya que nos presenta una historia tierna y divertida y con un gran mensaje de fondo.


¿OS VENÍS A CONOCER A ESTA OVEJA TAN PARTICULAR?

(PINCHAD EN LAS IMÁGENES PARA VERLAS MÁS GRANDES)




-Título: La oveja que incubó un huevo
-Autora: Gemma Merino
-Editorial: PICARONA


Empieza el libro presentándonos a Lola, una oveja muy muy presumida que pasaba las horas cepillando y cuidando su  suave, sedosa y extraordinaria lana.



A nuestra protagonista le encantaba salir a la calle, ya que cuando sus compañeras la veían siempre la colmaban de piropos. Después de su paseo siempre se sentía feliz y orgullosa de sí misma.

Pero un buen día en el que hacía muchísimo calor, algo terrible ocurrió. ERA EL DÍA DE CORTE DE PELO (O CORTE DE LANA).



Lola se quedó, entonces, sin su magnífica lana, lo que le provocó una gran tristeza.

A pesar de que el señor lobo le dijo que así estaría mucho más fresquita, ella solo podía sentir vergüenza, lo que la llevó a querer esconderse de todos.




Y eso mismo es lo que pasó. La oveja se fue al otro lado de la colina y esperó, esperó y esperó hasta que su lana volvió a crecer.

Pero... no todo salió como ella esperaba. Efectivamente, su lana creció, pero no de la misma manera en que lo había hecho en la ocasión anterior. Ahora no era suave, sino salvaje y horrible (según ella).




Y, en ese mismo instante de tristeza, rabia e impotencia, un huevo, de repente, aterrizó en su cabeza.

Como Lola tenía tanta lana y esta era tan tullida, ni se dio cuenta de semejante acontecimiento.



Esa misma noche hizo un frío espantoso, pero el huevo permaneció a salvo gracias a la lana de la oveja. Allí estaba calentito y se mantenía seguro.

Y bueno, allí mismo permaneció hasta que un buen día... algo extraordinario pasó.

¿Qué ocurrió? Pues que nuestra oveja se despertó una mañana y encontró a un pajarito sentado sobre su cabeza. Era un pajarito de colores brillantes, que desde un primer momento enamoró a nuestra protagonista.

El amor fue mutuo, ya que el pájaro también estaba encantado con la bondad de su nueva amiga.



Los dos animales pasaron días y días, con sus respectivas noches, jugando y divirtiéndose. Lola estaba increíblemente orgullosa de haber podido ayudar a su amigo gracias a su lana. Al fin y al cabo, si el huevo no hubiera caído sobre ella algo terrible podría haber sucedido.

Aunque su amistad se fue haciendo cada día más fuerte, un día se tuvieron que despedir, por lo menos durante un tiempo. Lola tenía ya demasiada lana y necesitaba un corte de pelo. El pajarito, por otra parte, necesitaba volar y ver mundo. No podía estar siempre en el mismo lugar.




Al día siguiente, efectivamente, se despidieron, esperando poder encontrarse algún día.

Lola, después de esto, volvió a su hogar, donde la esperaban el resto de sus compañeras. 

A pesar de volver al mismo sitio de siempre, todo había cambiado. A la ovejita ya no le importaba la apariencia de su lana ni lo que los demás pensaran de ella. Ahora solamente estaba feliz de poder volver a ver a sus amigas.



A Lola le hicieron un buen corte de pelo. En sus adentros, estaba deseando que le volviera a crecer la lana, y que de nuevo volviera a ser revuelta y mullida.

Y, ¿por qué la quería así? Pues por un motivo muy especial...





¿Qué os parece? No me digáis que no es bonito. A mi, desde luego, no me puede gustar más.

La historia es tierna y divertida a partes iguales y, además, nos habla de algo muy importante, como es la necesidad de querernos tal y como somos, la importancia de valorar más lo que tenemos dentro que lo que tenemos fuera.

Así, a lo largo del cuento podemos ver claramente el cambio de actitud de nuestra protagonista, que pasa de ser una presumida incontrolable con toda su autoestima basada en su apariencia física y en la opinión de los demás, a ser una oveja orgullosa de su lana revuelta, ya que esta hace que los huevos que caen allí puedan estar sanos y seguros.

Lola se vuelve una oveja familiar y cariñosa, y se da cuenta de que sus amigos la querrán sea como sea siempre que se mantenga fiel a sí misma.


Las ilustraciones, por otra parte, son también preciosas y reflejan muy bien todos los estados de ánimo de los protagonistas. Son dibujos que reconoceréis muy bien si conocéis los otros dos libros de la autora, que os he mencionado al principio de la reseña. El estilo es muy muy parecido.


En resumen, un libro muy muy bonito que seguro hará las delicias de los pequeños, medianos y grandes de la casa. Al fin y al cabo, su mensaje es necesario tengamos la edad que tengamos.


Espero que os guste.

Hasta mañana :)


















2 comentarios:

  1. Es el cuento mas bonito que he leído en mi larga vida!! Que ingenio mas simple y emocionante el de su autora!!

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.